Somos mujeres venciendo el miedo del ayer. Venciendo el miedo de opresión, el miedo que nos clavaron. Nos quitaron nuestra voz, nuestro voto, nuestros gustos. Nos prohibieron ser mujeres, querían marionetas que solo obedecieran, que escucharan y no respondieran. Querían ordenar, querían doblegar, querían utilizar. Nos dejamos usar, nos dejamos mandar, pero no dejamos más. Despertamos de aquella pesadilla, despertamos de los miedos, del silencio, de una sociedad machista.

Mostramos nuestra voz, luchamos juntas, salimos juntas, nos apoyamos juntas. Nos quitaron tanto en tantos años que nos quitaron el miedo, el miedo a ellos, el miedo a enfrentar, el miedo a una oscura sociedad. Con nuestra luz venceremos toda oscuridad.

Somos mujeres, sí, de las que luchan, de las que gritan. A través de un NO vencemos miedos, vencemos nuestras cadenas, cadenas que nunca pedimos, cadenas que nos obligaron a usar. Pero no más, estamos mostrando nuestra fuerza, nuestro poder, el poder de lucha que nos une como mujeres. Porque entre todas nos ayudamos, entre todas nos protegemos, entre todas somos la voz de las que ya no están, de las que no pidieron irse, de las que obligaron a callar, de las que nunca se olvidaran.

El 8 de marzo es una fecha fundamental para conmemorar la lucha femenina. Este día nos brinda la oportunidad de reflexionar sobre la historia de los derechos políticos, sociales y económicos de las mujeres y niñas, que continúan luchando por un mundo más igualitario, libre de violencia y discriminación.

Es un día en el que las mujeres salen a las calles para recordar la voz de aquellas que ya no están con nosotras, para gritar por aquellas que no pueden hacerlo y para mostrar la persistente lucha por derechos que aún no se han logrado. Es una fecha que nos recuerda que somos mujeres, mujeres poderosas que han luchado y siguen luchando incansablemente.

Es un día para recordar que queremos un mundo donde la mujer sea valorada, escuchada y respetada en igual medida que los hombres. Un mundo donde los derechos de las mujeres no sean minimizados, donde no exista el miedo de salir a la calle por temor a no regresar, donde todas puedan viajar, bailar y gritar sin miedo alguno.

Juntas somos poder, somos magia, somos lucha.